Ha llegado la hora del bano, pero los ninos sienten que estan demasiado limpios para ello. Entonces Jun encuentra una caja de acuarelas y propone a su hermana Chin un divertido juego: pintarse el cuerpo. Los pequenos pintores pasan asi la tarde, entre pinceles y colores que los convierten en gatos, indios o marinos y los llevan a los paisajes mas extraordinarios.